Los primeros años de vida de un infante constituyen un período muy importante ej lo que a desarrollo se refiere. Durante esta primera etapa de vida, se comienzan a desarrollar una gran parte de las habilidades del bebé. Como padres y madres, conocer la importancia de la Estimulación Temprana Infantil nos permitirá ayudarles a desarrollar cada habilidad y aptitud. Teniendo a mano todo lo necesario para esta tarea.
Al estimular a un bebé, brindamos también las herramientas necesarias para su desarrollo, por ejemplo juguetes o ciertas actividades. Estas actividades y juegos deben estar adaptadas y adecuadas a la edad del bebé.
La Estimulación Temprana Infantil favorece al desarrollo de las capacidades y ayuda al bebé a descubrir de manera activa el mundo que le rodea.
El juego en la Estimulación Temprana Infantil

En la Estimulación Temprana, el infante se convierte en un agente activo durante el proceso. Nuestra labor es guiarles por medios de actividades y los materiales necesarios para ayudar a estimular sus habilidades.
Existen unas áreas en las que podemos basarnos, estas áreas están comprendidas para el desarrollo de niños y niñas desde los 0 hasta los 12 meses, considerando así el primer año de vida. Estás áreas son las siguientes:
- Desarrollo Físico
- Desarrollo Perceptivo-Cognitivo (Cognitivo y sensorial).
- Desarrollo Psicomotor (Motricidad fina y gruesa).
- Desarrollo del Lenguaje
- Desarrollo Psicosocial y Afectivo (habilidades sociales y autonomía personal).
Aspectos que podemos evaluar en la Estimulación Temprana
Como se mencionó anteriormente, el desarrollo del bebé se basa en etapas que van según su edad. Hay una serie de aspectos mínimos que podemos tener en cuenta a la hora de evaluar el desarrollo de nuestro pequeño.
De 4 a 6 meses:
- Imita sonidos
- Anticipa situaciones cotidianas como el descanso o la alimentación.
- Sonríe
- Llama la atención de quienes le rodean.
- Toma objetos que le ofrecen.
- Levanta la cabeza, se gira al estar boca abajo o boca arriba.
- Se sienta con ayuda.
- Se pasa objetos de una mano a otra.
- Se mantiene sentado.
- Comienza a gatear.
- Responde a su nombre cuando le llaman.
- Pronuncia y repite algunas silabas.
- Observa imágenes en cuentos o dibujos.
- Se mantiene de pie mientras se sujeta a una superficie fija.
- Busca y encuentra objetos que ve que se han escondido.
- Dice «adiós» con la mano.
- Dice mamá y papá al llamar a sus padres.
- Se lleva la cuchara a la boca.
En resumen:
La estimulación temprana permite al infante desarrollar sus habilidades. Como padres y madres, podemos ayudar a que ese desarrollo se realice en su entorno de manera seguro. Participar de este proceso nos permitirá afianzar los lazos con nuestros pequeños.
